viernes, 22 de mayo de 2009

"Mi aventura de ser docente"

Hace ya algunos años mientras estudiaba mi carrera como Ing. Industrial en el Tecnológico de Nvo. Casas Gdes., Chih., al realizar mi servicio social, se me presento la oportunidad de realizarlo en la Inspección Escolar de la XIII Zona Estatal Primaria, ahí desarrollaba funciones de una secretaría llevando el control de alta bajas de alumnos y expedientes de maestros de las diferentes escuelas pertenecientes a ese sector.
Posteriormente me propusieron quedarme ahí a cubrir interinatos por tiempos definidos, por ejemplo cubrí dos interinatos de 15 días, otro de un mes y medio y otro más de tres meses. Podría decir que fue ahí donde me nació la inquietud por dar clases; más adelante me ofrecieron tomar cursos para maestros en las vacaciones, los cuales no tome porque se me atravesaron en el camino otras cuestiones, así que continué con mi carrera.
Antes de continuar con mi carrera como Ing. Industrial habró un paréntesis para explicar porque digo anteriormente que “podría decir que ahí fue donde me nació la inquietud de dar clases” y es que recuerdo que desde que estaba en la primaria mis compañeritos me pedían que les explicara lo que no entendían, por ejemplo algunos problemas de matemáticas y yo lo hacía con mucho gusto pues eso de ayudar explicando a otros se me daba de forma natural.
Por otro lado y volviendo a mi época de estudiante del Tecnológico, entre a la ingeniería porque aunque no se me dificultaban las diferentes materias, las que más me gustaban eran las matemáticas. Junto con la preparatoria y el tecnológico tome un curso de dos años como Programador Analista, motivadísima porque estaba de moda el inicio de la computadoras en mi pueblo. Por eso cuando unos años más delante me ofrecen clases en el tecnológico me dan una materia de métodos numéricos y tres más de computación.
Recuerdo que al iniciar clase me sentía muy pero muy nerviosa pues aunque ya había estado en grupos de primaria y de adolescentes, pues cuando me gradué de la escuela de computación unos meses depuse me ofrecieron clases en un grupo que estaba por salir, más sin embargo esto ahora era diferente, me sentía como el maestro novato que sabía de su materia pero no de cómo llevar un grupo por todo un semestre.
Al cabo del tiempo fui adquiriendo experiencia y con esto más seguridad en mi misma. Después de tres semestres en el tecnológico me hablaron del Centro de Estudios Tecnológicos industrial y de servicios no.93 para dar clases en el área de computación pues eran las necesidades del plantel y desde entonces llevo ya siete años como docente en el Nivel Medio Superior.
Hace ya tres años que inicie con una Maestría en Educación con el fin de que me ayudara en conocimientos pedagógicos, ya que como es sabido somos universitarios pero carecemos de una formación pedagógica. En la actualidad me encuentro a punto de presentar mi tesis abarcando un poquito sobre el tema de formación y valores.
En mis inicios como maestro de asignaturas, aunque siempre me gusto el enseñar a otros y compartir con ellos mi poco conocimiento, en realidad lo tome como un trabajo que me ofrecían y por el cual me remunerarían económicamente hablando, como todas las personas yo era una más que requería de un trabajo para sobrevivir en este mundo materialista regido por el poder y el dinero.
Posteriormente haciendo conciencia sobre mi trabajo y ya que siempre me he dirigido en base a principios y valores, estos me han dicho que siempre hay que tener presente que cualquier trabajo el que fuera, siempre se debe de realizar de la mejor manera, siendo responsable de lo que es uno, de lo que te toca hacer y como se debe de hacer (ser, saber, hacer y convivir) en cualquier contexto que se te presente; auque conocía ya lo que debía hacer, me faltaba el conocer convivir contextualmente con mis alumnos.
En el Nivel Medio Superior se desenvuelve una etapa preciosa, un tesoro el cual se debe disfrutar responsablemente, es pues nuestra responsabilidad como maestro ayudar al alumno a lograr una transformación que le ayude no solo a prepararse para un trabajo técnico, si no que le ayude a evolucionar en un ser pensante critico y reflexivo.
Así pues mi trabajo como docente me ha dejado muchas satisfacciones: la primera es que me gusta compartir con otros, pero también estoy abierta para aprender de ellos; la segunda es que así como a veces tengo disgustos, algunos alumnos me dejan ver que les gustan mis clases, así que cuando escucho algún alumno decir “con la maestra si aprendí” o “que bueno que nos va a volver a dar clases”, se me alegra la vida de la docencia, la cual siento como mi verdadera profesión.
Saludos Luz Marìa

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